Pues resulta que dejó Sevilla por un par de días y se vino, y como buena valenciana me dijo de llevarla a tomar una horchata. Ella es como yo, se decanta poco por las conversaciones serias, por eso siempre tiene una sonrisa en la boca, así que la horchata fué acompañada todo el rato por un montón de disparates por parte de ambos. Apenas a dos dedos del final de la horchata, la conversación estaba ya en el punto álgido que se da cuando dos mentes tienen un enfrentamiento amistoso, y ella, empezó a contar una historia de una torrija al estilo sevillano, la cual la reservo para ella, por si algún día la quiere usar. La cuestión es que buscando nombre a esa historia empezamos a buscarle nombres, a cada cual peor: Torrijator, el señor de las torrijas, la torrija interminable...hasta que se nos ocurrió el titulo perfecto: Torry Jatter!!. Estuvimos un buen rato riendo muy a gusto. Luego siguió la noche, estuvimos en un sitio mas y cuando ya el cansancio hacía mella, la llevé a su casa, y por el camino aprendió a contar en binario con la mano. Un besote muy fuerte Ana, este post está dedicado a ti, muchas gracias por la otra noche, espero que nos veamos pronto :)
Hace 7 años
2 comentarios:
Jajjajajajaja
No sabes lo especial que me ha hecho sentir esta entrada... pero se te olvidan nombres interesantes tales como... La guerra de las torrijas, 300 (torrijas), El imperio contratorrija y por supuesto el retorno de la torrija...
En fin muchas gracias por hacerme reir como lo hiciste y en nada estoy de nuevo ahi para seguir desvariando
Un besote muy gordo
Ana
P.D. ME encantó aprender a contar en binario!!!! :DDDD
Uy, se me olvidaron todos los nombres, era ya muy de noche y no me venía nada a la cabeza. A ver si la próxima vez nos hacemos una foto juntos y la colgamos en el blog :D
Besotes!
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