lunes, 29 de diciembre de 2008

Carpe Diem

Si mañana te dijesen que vas a  ser inmortal, estarías preparado?
Desde muy pequeños, cuando desarrollamos nuestra conciencia, la muerte se hace presente.
Vivimos cada día consciente de ella, y tiene repercusión sobre todos nuestros actos.

No es simplemente el hacer algo pensando en "para cuando yo me muera" o cosas para la posteridad, para ser recordados. Todos nuestros actos, consciente o inconscientemente están influenciados por la muerte. El simple hecho de ponerte el cinturón en el coche lo haces para protegerte contra ella. Si fuésemos inmortales que mas nos daría salir disparados por el parabrisas en caso de accidente?
Pero no solo eso, nuestro fugaz paso por la faz de la tierra hace que nos comportemos como saqueadores robando un piso, robando y destrozando todo lo que hay en nuestro paso para sacar el mayor botín posible.
No pensamos en nuestros actos, no nos importan las cosas que puedan pasar mas allá de nuestra muerte o la de nuestros hijos. No pensamos en las generaciones venideras mas allá.
El cambio climático en realidad no nos importa en absoluto. Que se apañen los que sobrevivan.
Lanzamos emisiones contaminantes a la atmósfera, llenamos de residuos nuestros ríos, nuestros mares, nuestros paisajes. Talamos indiscriminadamente bosques para beneficio propio. Acabamos con especies que han necesitado millones de años de evolución para poder ponerse a nuestro alcance para ser borradas.
Asesinamos, matamos, privamos de vida a plantas, animales, a nosotros mismos.
Es nuestra naturaleza, y luchamos contra ella. Si luchamos contra la muerte, si buscamos una longevidad indefinida, también hemos de buscar una forma de aprender a vivir tanto.
El ser humano no está preparado mentalmente para la inmortalidad, no como pensamos ahora, de una forma tan egoísta, tan corta de mira en el futuro, solo mirando el presente, recordando el pasado, pero no preparando el futuro. Quien sería capaz de vivir 50.000 años como humano? En la historia de la humanidad han habido guerras, muertes, aniquilamientos, desastres naturales, otros provocados, accidentes, genocidios, terrorismo. Solo hay que ver lo que nos hacemos nosotros mismos a las personas: si somos capaces de hacernos eso a nosotros mismos, imagínate a la naturaleza. También habría que vivir con nuestras miserias como se humano. Cumplimos a rajatabla los siete pecados capitales sin inmutarnos. No tenemos rumbo, no tenemos ideales políticos porque están todos corruptos. Ya no existen héroes que admirar, no tenemos Dioses que nos atemoricen, no tenemos leyes justas, solo distintos tipos de abogados. Hemos evolucionado, hemos aprendido a hablar, a pensar, hemos aprendido las artes para distraernos, pero no hemos sido capaces de superar nuestras miserias como ser humano. Seguiremos viviendo bajo la amenaza de una hecatombe nuclear, gastando el dinero en armamento, lanzando emisiones de CO2 a la atmósfera, saqueándonos.
Si no somos inmortales porque no nos lo merecemos, porque la madre naturaleza es sabia y no nos quiere eternamente con nosotros, no hasta que hayamos aprendido a comportarnos, y sobretodo porque la muerte es la excusa perfecta para comportarnos así, por eso a nosotros tampoco nos interesa ser inmortales, demasiada responsabilidad para nosotros, que somos carpediemistas, gente de mentalidad de fin de semana, el lunes ya será otro día.
La Biblia tuvo un error muy grande, y fué atemorizar a la gente con enviar al infierno durante la eternidad, y la buena al cielo, anulando por completo el temor que causa el infierno. Pienso que atemorizar a la gente con la eternidad ya es suficiente, sin importar donde te encuentres. Resulta aterrador pensar el ser consciente durante millones de años, cuando en EGB se estudia la formación del universo y la tierra en pocas semanas...

Así que pórtate bien, o te convertirás en inmortal.

No hay comentarios: