Entonces se miraron a los ojos, y sostuvieron la mirada durante un instante, sin decir nada. Las palabras ya no eran necesarias. Se abrazaron una última vez. Ella subió en el coche, y el le cerró la puerta. Se quedó inmóvil mirando como se alejaba el coche, hasta que desapareció de su vista. Algo de su ser se iba en ese coche. Entró de nuevo en casa y acarició a los perros por inercia. Ese día comenzaba una nueva Primavera.
domingo, 22 de marzo de 2009
sábado, 7 de marzo de 2009
Visiones
Yo soy de esas personas que tienen que ver para creer. Soy muy incrédulo y no creo en los avistamientos ovnis, los exorcismos, los fantasmas que moran viejas casas, etc…
Pero la cuestión es que tuve una temporada que tuve “visiones”.
Recuerdo estar en la soledad de mi casa, en medio del campo, tranquilo, una noche silenciosa, el perro durmiendo fuera de casa, y el televisor apagado, como suele estar el 95% del tiempo. Estaba con el ordenador haciendo a saber que, cuando de repente por el rabillo del ojo divisé algo. A ver, hay veces que parece que ves algo, como puntos blancos que se deslizan por la habitación, que no se exactamente que es, pero que seguramente será debido al cansancio, o a alguna célula del ojo que se inmola, no se (se llaman fotopsias). O ves como manchas que se mueven al compás de los ojos, miodepsias o moscas volantes. No, no era nada de esto, era algo mas tangible, mas físico, algo que aprecié y supe que era externo a mi persona, no lo había imaginado. Giré rápidamente la cabeza para centrar mi visión en el punto que me pareció ver algo, pero no había nada. Se había escapado. Quizás había sido una mosca o un insecto mas grande, no se. ¿Un reflejo tal vez?. No quería pensar demasiado sobretodo teniendo de compañía a la soledad. Dejando a un lado el asunto, seguí con mis quehaceres. Al rato tuve la misma sensación. Me giré rápido y otra vez nada. Ya me estaba intranquilizando. Pasó la noche, pero el recuerdo se me quedó, y volví a vivir varias veces esas extrañas visiones, abstractas, fugaces, inexplicables, así durante meses.
Ahora ya se que son debidas a las patillas de las gafas.